En las plazas de mercado de Medellín, aún resuenan historias de hombres y mujeres que han dedicado su vida a cultivar, recolectar, practicar y compartir el conocimiento de plantas medicinales. Son ellos, los yerbateros, los sabedores populares, quienes han tejido voz a voz, entre hojas, raíces y flores amarillas, un legado que se resiste a desaparecer.

Nuestro proyecto pone el foco en sus testimonios, en sus trayectorias de vida, en los relatos de resistencia, de fe y de amor por la naturaleza. A través de sus historias, entendemos que las plantas no son solo remedios: son compañeras silenciosas, herederas de secretos antiguos, parte viva de una cultura vigente que se mantiene a través del gesto sencillo de ofrecer una infusión o preparar un ungüento.

En un tiempo donde la modernización amenaza con borrar estos saberes, La Alquimia Paisa busca visibilizar a los verdaderos protagonistas de esta herencia: las personas que, desde sus puestos de mercado, siguen alimentando la relación entre la naturaleza y la salud, entre el cuerpo y la tierra. Es una invitación a escuchar, a aprender y a reconocer el valor profundo de quienes, a través de las plantas, también nos enseñan a cuidar la vida.

Cada historia que recogemos es una semilla que resiste el olvido. Cada rostro, una prueba de que la medicina natural sigue viva en el corazón de nuestra ciudad.